lunes, 6 de noviembre de 2017

Breve crónica de un día en el XXIII Salón del Manga de Barcelona



El Salón del Manga deBarcelona ha vuelto a batir un nuevo récord: 148.000 visitantes han pasado por la Fira de Montjuïc en los cinco días que ha durado. Y la buena noticia es que Ficomic ya empieza a gestionar las colas que se gestan a la hora de apertura de una forma aceptable. Este año se ha abierto un nuevo acceso para que la entrada de los asistentes fuera algo más fluida. La novedad también ha sido el incremento de las medidas de seguridad debido sobre todo a los atentados acaecidos en Barcelona el pasado agosto. Por esto, a la vigilancia privada (con perros incluidos) se le han unido los mossos d’esquadra de Barcelona para evitar cualquier posible incidente. El salón tampoco ha estado exento de cierta polémica, debida a la decisión que se tomó de no dejar salir a los asistentes una vez hubieran accedido al recinto; algo que ya ocurre en muchísimos eventos. La controversia viene porque se avisó mal y tarde, cuando muchos fans de la cultura y los cómics japoneses ya habían adquirido sus entradas.



Pero, sin más dilación, entremos en materia. Como últimamente hago en el salón del manga y del cómic, la mañana (o parte de ella) la dediqué a visitar las exposiciones. Asistí el jueves 2  de noviembre, así que debido a la poca afluencia de público (siempre tomando como referencia los días más fuertes) pude visitar todas esas exposiciones a mis anchas. 



Empecé mi tour por la exposición de Tamashii Nations World Tour 2017 en la que pude disfrutar de las figuras de alta calidad de esta “marca sombrilla” que reúne a las mejores compañías que se dedican a crear este producto. En esa misma zona, y como cada año, estaban ubicados los restaurantes japoneses y no pude evitar comerme un mochi (lo mio con este postre es puro vicio). La novedad del pabellón 1 es que había también stands expositores de merchandising, consiguiendo que en el pabellón 2 (donde normalmente siempre se han ubicado todos los stands de este tipo además de los de cómics) permitiera un tráfico de visitantes más fluido.



Una pequeña exposición sobre The Legend of Zelda, con mucho material extraído del libro Zelda: HyruleHistoria daba la bienvenida a la zona Nintendo donde los gamers se dejaban los pulgares apretando botones y algunos estaban inmersos en una competición al Mario Kart 8 Deluxe de la Nintendo Switch.




En el pabellón 2.1, y como es costumbre, volvimos a encontrar la zona de El espíritu de Japón. Todo lo relacionado con la cultura del país nipón se halla en este lugar. Exposiciones y talleres de bonsáis, de lectura y escritura, sala de té y el espacio dedicado al kimono, al cual por primera vez pude asistir, dejando que la expertas en el noble arte de las vestimentas tradicionales me pertrecharán con un kimono que yo mismo elegí.




¿Sabíais que entre 1613 y 1620 un samurái encabezó una misión diplomática con destino España? A esta misión se la conoció como la Embajada Keicho y a través de representaciones, escritos y objetos de la época en la exposición de mismo nombre se nos mostraba que significó ese hecho histórico para ambas naciones.



En 100 años de animación japonesa se hacía un rápido recorrido por todos esos títulos que han puesto su granito de arena en la historia del anime. Así pues, podíamos encontramos con Dr. Slump, con Totoro o con películas de principios de siglo XX de las cuales ya no se conserva ni una sola copia.



Jiro Taniguchi, uno de los mangakas más reconocidos a nivel mundial, murió el pasado 11 de febrero de este mismo año, era pues de cajón y necesario que en este salón hubiera una exposición que le rindiera homenaje, tanto a su vida como a su extensa y laureada obra.




Y si de homenajes hablamos no podemos olvidarnos de Kenneos, seudónimo bajo el cual se escondía la brillante ilustradora Victoria Chamizo. El mes de agosto de 2016, con tan solo 28 años, murió de una afección coronaria. Una maravillosa exposición con sus obras de corte kawaii y el cartel de este año del salón es la mejor y la más emotiva forma de recordarla.



¿Sueñan los mechas con ovejas eléctricas? La exposición principal de este año, que tomaba el título de la aclamada novela de Philip K. Dick y la niponizaba, hacía un recorrido por los robots, androides, ciborgs y mechas que han protagonizado mangas y animes y que de alguna u otra forma nos acercaron a la ciencia ficción que tenía que ver con robots manejados por humanos o por esos otros que cobraban conciencia de sí mismos. Neon Genesis Evangelion, Roujin Z, La visión de Escaflowne, Last Hero, Astroboy, son algunas de la obras que se diseccionaban en esta exposición, aunque era Mazinger Z la mítica serie que era la cabeza de cartel. En este mismo pabellón podíamos asistir a la demostración de las capacidades que tiene algunos robots: dibujar, crear retratos o simplemente convertirse en robots de compañía con forma de foca.




Lo reconozco: me gusta la cocina y soy un amante del buen comer. Así que, tras comer y pasear por la zona de stands en busca tanto de novedades de manga como de viejas colecciones, me encaminé hacia el taller de gastronomía japonesa. Desde las 16:00 hasta las 19:00 tres cocineros del restaurante Kaito realizaron in situ una extensa variedad de postres que tomaban como principal ingrediente el amazake y el sakekasu. En un ambiente distendido, como si el público fuéramos amigos de los cocineros, pudimos no solo probar los platos que iban creando, sino también realizar preguntas y jugar a un concurso express en el que el ganador se comía el postre el solito.





Para finalizar, y antes de abandonar el recinto y despedirnos hasta otro año del Salón del Manga de Barcelona, el prestigioso DJ Kentaro, y debido a un acuerdo entre Ficomic y Sonar (Festival Internacional de Música Avanzada), nos regaló una sesión de música electrónica con la cual resultaba imposible quedarse quieto. 




Y moviendo el esqueleto, como si un rayo repleto de buen rollo y energía hubiera atravesad nuestro cuerpo, así finalizó el XXIII Salón del Manga de Barcelona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Inserta tu opinión aquí...