lunes, 14 de marzo de 2016

Crónicas Marcianas




Esta colección de relatos recoge la crónica de la colonización de Marte por parte de una humanidad que huye de un mundo al borde de la destrucción. Los colonos llevan consigo sus deseos más íntimos y el sueño de reproducir en el Planeta Rojo una civilización de perritos calientes, cómodos sofás y limonada en el porche al atardecer. Pero su equipaje incluye también los miedos ancestrales, que se traducen en odio a lo diferente, y las enfermedades que diezmarán a los marcianos. Conforme a su concepción de lo que debe ser la ciencia ficción, Bradbury se traslada al futuro para iluminar el presente y explorar la naturaleza humana. Escritas en la década de los cuarenta, estas deslumbrantes e intensas historias constituyen un canto contra el racismo, la guerra y la censura, destilando nostalgia e idealismo.
Ray Bradbury se consolidó como escritor con esta obra, ahora un clásico de las letras norteamericanas, con su estilo rico, inmediato y conmovedor, que le ha valido el apelativo de poeta de la ciencia ficción



La raza humana lo ha hecho varias veces: Llegar a una tierra desconocida buscando un sueño y convertir la vida de los que colonizaban en una pesadilla. Ray Bradbury traslada ahora a la raza humana a Marte, el problema es que traen enfermedades, miedos y demasiados prejuicios.
En Crónicas Marcianas Bradbury elabora, gracias a varios relatos que va enlazando, una historia repleta de soledad, de personajes ricos en matices y de prosa poética que nos llevará a un planeta rojo que poco tiene que ver con lo que nos muestran la mayoría de novelas de ciencia ficción. 



Sorprenden esas historias que recuerdan a un western pero en una versión futurista, con vaqueros que intentan sobrevivir y a la vez salvar a los marcianos. O esos lugares que recuerdan a un pueblecito norteamericano pero ubicado en la roja tierra de Marte, en el que sus habitante lo mismo se enamoran, manteniéndolo en secreto, de un marciano, que los aniquilan por efecto de enfermedades o por su propia mano. Pero Bradbury también nos muestra como se las apañan para sobrevivir a ese nuevo mundo los poco marcianos que quedan; es en esos relatos donde asistiremos, tal vez, a los capítulos más triste de esa aventura llamada colonización. Si bien es cierto que son relatos que, a priori lo único que tienen en común es el lugar en el que transcurren, hay algunos que repiten personajes que con los años irán madurando, cambiando de pensamientos a medida que envejecen.
Crónicas Marcianas es un clásico de esos que se lee con placer y que una vez acabado deja buen regusto. 

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