jueves, 14 de noviembre de 2013

American Gods Edición X Aniversario




La vida en la cárcel es dura. Pero siempre queda un rayo de esperanza si sabes que, a la salida, te espera una mujer que te ama, un amigo que te quiere, un trabajo que adoras.Todo eso es lo que quiere Sombra, que está a punto de salir de la cárcel. Pero un día le comunican que su mujer y su mejor amigo han muerto en un accidente de coche. Entonces, contratado por un extraño anciano experto en timos y estafas que responde al nombre de Wednesday, Sombra empieza un interminable viaje a lo largo y ancho de América, perseguido por el espíritu de su esposa.



Cuando Sombra sale de la cárcel descubre que todo aquello que amaba ha desaparecido. Lo único que le queda son unas ínfimas ganas de vivir. Así que las utiliza para crear una extraña alianza con Wednesday, un timador de poca monta que lo llevará por toda América. En su viaje Sombra irá descubriendo que Wednesday no es quien dice ser y que los personajes que encuentran por el camino también guardan su porción de misterio. 
En American Gods viajaremos por Estados Unidos de la mano de Neil Gaiman y acompañando en sus andanzas a un tipo oscuro y parco en palabras y su extraño jefe: Wednesday. 
Neil Gaiman ha concebido esta novela de la misma forma que se crea una obra arquitectónica: de forma minuciosa, despacio y sin prisas.Nos va desentrañando los misterios que rodean lo cotidiano de la historia principal mientras alterna con sueños del protagonistas y leyendas sobre dioses.
En lo referente a dioses Gaiman demuestra haberse empapado del tema para que historias, nombres y gestas heroicas de ciertos personajes encajen como un puzle con el todo. Por otro lado, y utilizando como excusa los nuevos dioses, Gaiman deja unas cuantas y acertadas reflexiones en el aire que critican el tipo de mundo en el que ahora vivimos.



A pesar de ser un libro de más de 500 páginas se lee rápido. La historia engancha, probablemente debido a la curiosa mezcla de géneros (terror, fantasía, novela negra, roadtrip). 
Neil Gaiman desde un principio pone las cartas sobre las mesa, parece no pretender engañar al lector pero al final lo hace. Lo lleva por donde quiere y a donde quiere y el final, como poco, sorprende.
Tal vez la única pega que se le pueda sacar a American Gods es Sombra. Como protagonista de la historia es soso, falto de carisma y aburrido hasta las trancas, algo que parece mejorar en el tramo final pero que aún así no lo salva de la quema.Por suerte los secundarios que lo arropan suplen con creces todas las carencias del protagonistas.
 Las novedades de la edición X aniversario son la extensa explicación de cómo y porqué Gaiman decidió escribir el libro y unas cuantas páginas que se vio obligado quitar del libro por que sus editores le dijeron que era demasiado largo.

martes, 12 de noviembre de 2013

Solo Dios perdona



Julian forma parte de una organización de tráfico de drogas. Un día el hermano de Julian es asesinado como venganza tras dar muerte a una prostituta. Parece ser que un policía conocido por sus métodos tan poco ortodoxos como sangrientos a llevado a cabo el asesinato.
La madre de Julian llegará a Tailandia con ansias de vengar a su hijo, y pedirá, rogará, incluso amenazara a su otro hijo para que lleve a cabo una venganza contra el policía que mato a su hermano.



Lo mejor que puede hacer el espectador de esta película es borrar de su mente el anterior trabajo del director Nicolas Winding Refn: Drive. Ya que Solo Dios perdona únicamente guarda, para bien, el marcado estilo del cineasta.
Solo Dios perdona es una tragedia griega en los tiempos actuales rodada al más puro estilo videoclip. Una muerte, la venganza que intenta evitar un hermano con serios problemas de soledad y un pronunciado síndrome de edipo y la madre que utilizará su amor maternal para arrastrar a su hijo a un  mundo que por sus propios medios jamás hubiera entrado. Venganza, muerte y redención.
La fotografía de la película es soberbia llegando a quedar el metraje estancado en el tiempo como la viñeta de un cómic. La banda sonora es interesantemente perturbadora con algún corte sobresaliente (atentos a la escena de lucha entre el policía y Julian). Pero eso es todo.



Lo actores, con tres o cuatro frases cada uno, se ven obligados a demostrar sus emociones mediante los gestos, y la que sale mejor parada es Kristin Scott Thomas en el papel de la madre. Ryan Gosling, más muñeco de cera que nunca y enseñando una sola faceta de su rostro para intentar explicar muchas emociones no llega a transmitir ninguna de ellas.
La trama es la de cualquier película de serie B de los años 80 sobre venganzas con un marcado estilo que pretende ser indie pero que al final solo parece un videoclip de poco menos de hora y media.



Solo Dios perdona es una película que se deja ver y que esconde más de lo que enseña y que para su desgracia debe soportar el gran lastre que supuso el éxito de Drive.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Pequeña crónica del XIX Salón del Manga de Barcelona



El viernes 1 de noviembre por la tarde y tras hacer una cola de hora y cuarto para entrar (suerte tuve de no tener que comprar la entrada) conseguí acceder al recinto por la entrada trasera. Tenía decidido hacer vuelta de reconocimiento de cara a afrontar el día siguiente, sábado, que iba a pasar todo el día. Así pues realmente di un paseo tranquilo en el que fui ubicando todos los lugares importantes, exposiciones y talleres que podrían interesarme.

Exposición 400 aniversario de la embajada Keicho

Yoichi Takahashi firmando un ejemplar de Captain Tsubasa

El sábado día 2 de noviembre a eso de las 11 de la mañana, y puesto que tampoco tenía que comprar entrada, fui directamente a la entrada trasera y tuve la suerte de entrar sin hacer cola. Lo primero que decidí en visitar fueron todas la exposiciones que pudiera. La de 400 aniversario de la embajada Keicho, la de Nuestros mangakas y la de matte painting de Marte Nael's Lux fueron las primeras, pero por el camino se me cruzó la mesa redonda sobre sumo con los luchadores Kotaro Mieda y Shinya Miyashita y era imperdonable perdérsela.





Taller de vestir kimono

Tras la mesa redonda una instructiva conferencia sobre el 400 aniversario entre España y Japón. De ahí vuelta a las exposiciones: Dragon Ball, el manga en los deportes y One piece y Toriko. Enumerarlas es un momento, disfrutarlas me llevo un buen rato.


Stand Centre d'Esports Sabadell


En el Palacio 1 (el anexo nuevo de este año para en teoría acoger más asistentes) que a ratos se hallaba medio vacío pude disfrutar de las exhibiciones sobre Jiu-Jitsu, sumo (realmente divertida, sobretodo cuando invitaron a salir a valientes a luchar) y kendo. En ese mismo lugar podías animarte a practicar un poco de baseball, ya fuera bateando en el túnel de bateo inflable, jugando un partido en el mini campo o intentando eliminar a un bateador en el área de lanzamiento.


Tras esto y ya con ganas de merendar, un mochi no podía faltar (toma pareado). En esa misma zona, la de gastronomía, y como no podía ser de otra forma impartían talleres de cocina japonesa.

Merchandising de toda clase


Taller de cocina japonesa

El punto negativo de este año en el salón del manga, y por si no os habéis enterado (ironía claro), han sido la colas que muchos asistentes tuvieron que soportar. ¿El problema? Tal vez un poco de mala organización (el viernes día en que los cosplayers entraban gratis llegué a ver gente que con una simple careta entraba gratis), mal aprovechamiento del palacio 1 y una falta de consenso entre los responsables del evento y los del recinto ferial sobre el tema de aforos. Parece ser que para el año que viene, y tras lo ocurrido, se estudia trasladarlo a Fira 2, recinto ferial de 50.000 metros cuadrados.

Stand Escola Joso


Palacio 1 a las 12:00h

Sea como sea, un año más, queda claro que el Salón del Manga de Barcelona se ha convertido en el evento más importante de estas característica en el estado español y en un referente a nivel internacional.