miércoles, 25 de abril de 2012

Pigtopia

Conoce a Jack Plum, un ser entrañable aquejado de una deformidad que le aparta de la vida cotidiana. Considerado por sus vecinos como un monstruo, Jack Plum vive recluido junto a su déspota madre en una casa de un pueblo al norte de Inglaterra. Supuestamente abandonado por su padre cuando él era pequeño, Jack cuida de los animales que heredó de él: una piara de cerditos que Jack considera tan inteligentes como los seres humanos, aunque menos crueles. Para Jack Plum es un refugio secreto, el Palacio del Cerdo, donde se puede aislar de todos sus problemas y donde experimenta momentos de auténtica felicidad.
Sin embargo, el día en que conoce a Holly la vida de Jack Plum toma un curso inesperado. De este encuentro surgirá una amistad inolvidable y hermosa: ambos son seres solitarios y especiales, ambos simbolizan de algún modo la inocencia infantil. Pero un fatídico suceso les obligará a enfrentarse  a un asunto escalofriante, propio del mundo adulto, lo que supondrá para ambos el despertar despiadado a la madurez.



Pigtopia es una de esas novelas con regusto a cuento para adultos que en una tarde puede leerse tranquilamente. Y no sólo porque su número de páginas apenas alcance las 235, si no porque la autora, Kitty Fitzgerald, imprime un ritmo a la narración lento pero decidido, pausado pero sin irse por las ramas, evitando a toda costa una prosa rebuscada y llena de florituras, pero con un lenguaje rico y adaptado a los pensamientos de los dos protagonistas. Jack Plum es uno de ellos: un chico con una deformidad y un leve retraso; un monstruo para la gran mayoría. Un niño grande, agradable y con una inteligencia no apreciable a simple vista para su única amiga: Holly Lock. Ambos muchachos viven rodeados de incomprensión y de frustraciones y la autora consigue meter al lector justo en el centro de todos esos sentimientos, haciendo que sienta lo mismo que los protagonistas.

Holly Lock y Jack Plum, dos personajes de un gran carisma y dos formas de contar una historia. Y eso es lo que hace Kitty Fitzgerald, ya que se van alternando capítulos desde el punto de vista de uno y de otro para tejer una historia que aunque tiene un falso halo de fabula mágica es una cruda historia (con algún momento increíblemente macabro) con crítica social.
Si hay algún pero que se le pueda sacar a Pigtopia ( y sólo si nos ponemos muy criticones) es que, durante toda la historia el final se presiente, se intuye, restando emotividad al momento más crudo de todo el relato.

De todas formas sería de necios no leer esta maravillosa novela por una nimiedad como esa, pues os podrías perder a Jack Plum, a su "familia" de cerditos y a la relación de amistad tan al límite que mantiene con Holly Lock en un bosque que casi parece mágico.

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